Los Ranchos de Pascua y Ánimas de toda Canarias recibieron su Medalla de Oro en la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe de la Villa por mantener y potenciar el rico acervo cultural de las islas

La Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe celebró ayer el acto de entrega de la réplica de la Medalla de Oro del Gobierno de Canarias a los Ranchos de Pascua y Ánimas de Canarias, con la presencia del Presidente del Gobierno regional, Fernando Clavijo, y de los 12 grupos de Rancho de toda Canarias.

“Una noche muy especial en la Villa en reconocimiento a la tradición de los Ranchos de Pascua, que reciben esta merecida y justificada medalla de oro, o cual es un inmenso honor y homenaje a la solidaridad y a la humanidad con la que nacieron las primeras manifestaciones musicales de las islas, cuyo fin era recaudar limosna y cubrir el sepelio de personas de nuestro pueblo”, manifestó el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort en su intervención, en la que expresó su más sincera enhorabuena al Rancho de Teguise y al resto de agrupaciones “por su ilusión y tesón a la hora de afianzar una tradición que es un gran orgullo para todos los vecinos, deseando que las nuevas generaciones sigan impulsando la cultura canaria y manteniendo nuestras señas de identidad”.

En 2006 el Gobierno de Canarias concedió la Medalla de Oro a los Ranchos de Pascuas de Haría, Mácher, San Bartolomé, Teguise, Tías, Archinech de Tinajo, Yaiza, Tetir, Tiscamanita, la Aldea, Arbelajes de Teror y Valsequillo. Todos ellos recibieron ayer la réplica de este galardón en una ceremonia presentada por el Cronista Oficial de Teguise, Francisco Delgado, que concluyó con la actuación del Rancho de Pascua de Teguise y su tradicional danza de pastores, que se celebra cada noche de Navidad en la Villa de Teguise.

El origen de los Ranchos

La historia de esta tradición se remonta a cuando los ranchos de pascuas recorrían el pueblo de Teguise desde noviembre hasta febrero, pidiendo de puerta en puerta para recaudar fondos para las ánimas, con música de influencia oriental. En 1455, la parroquia de Teguise, la más antigua de Canarias, incorporó la Navidad a sus fiestas, pero fue en 1580, año el que se fundó el Convento de Santa María de Miraflores para la orden franciscana, cuando adquirió cierta importancia la costumbre de los Ranchos de Ánimas de cantar a la Navidad, a partir del día de Santa Lucía, 13 de diciembre.

Caminando, en burros, camellos o en carros, llegaban gentes de toda la isla para ver el Rancho de Pascua de Teguise. Actualmente, el Rancho participa únicamente en la noche del 24 de diciembre, e interpreta cantos y danzas frente al niño Jesús en la lglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Teguise. Sus letras se componen de romances que narran los bíblicos acontecimientos que giran en torno al nacimiento de Cristo, con pies que repite el coro e inicia sus intervenciones con el “corrido” cuando entran en el templo y anuncian el nacimiento de Jesús. Continúan con el “salto”, danza de pastores que festejan la Navidad, para continuar, ya de nuevo dentro de la iglesia, con “desechas y pascua”.

“La rica tradición de nuestros Ranchos de Pascuas, la viven sus componentes como un importante patrimonio de sus vidas. Cada año viejos y jóvenes, al son de sus peculiares instrumentos, hacen vibrar los cimientos de la histórica con las mismas letras que año tras año cantaron los grandes mecenas del folclore de nuestros pueblos, potenciando su experiencia de siglos, con su rico patrimonio histórico, religioso y cultural”, resaltan desde el Consistorio. Como instrumentos, en el Rancho se utilizan cuatro o cinco panderetas, cuatro espadas, dos triángulos, seis sonajas, un timple, dos requintos y tres guitarras.